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Chillida Leku

  • Vista del museo

CHILLIDA-LEKU es un museo al aire libre que recoge la obra de Eduardo Chillida (San Sebastián 1924) en los pertenecidos del caserío Zabalaga, construido en 1594 en el municipio de Hernani (Gipuzkoa).

Localidad: Donostia / San Sebastián

Lugar: Museo Chillida Leku

Hora: 10:00 - 17:00

Fecha inicio: 1/01/2024

Fecha fin: 31/12/2024

Entradas: 7,00 / 10,00 / 14,00 €


A escasos 10 kilómetros de San Sebastián se presentan 40 esculturas de gran formato en una campa de 12 hectáreas y un centenar de obras de pequeño formato y dibujos creados durante 50 años de trabajo que se encuentran dentro del caserío restaurado.

En este mismo pueblo comenzó Eduardo Chillida en 1951 sus trabajos en la fragua de un herrero después de su breve experiencia parisina.

CHILLIDA-LEKU o Zabalaga es hoy una realidad. Ofrece un marco a los elementos de lluvia, tierra, luz y aire. En Zabalaga, Chillida no ha llevado una restauración de sus parajes y habitaciones, cocinas, cuadras, etc. Para rehabilitarlas Chillida ha sacado todo y con ello ha creado el espacio del caserío, lo ha convertido en escultura.

Chillida nos ha descubierto la respiración del caserío vasco (sus grandes pulmones) y su luz, su dimensión vital. Ha encontrado en el interior del caserío la esencia de su escultura en busca de una arquitectura heterodoxa. Zabalaga se ha convertido, no en un espacio museístico para recoger obras de arte, sino en un espacio escultórico más de Chillida. Ha patentizado su esencia, su capacidad de recogimiento. En el interior vacío de Zabalaga está la primera maqueta de Tindaya como lugar de recogernos para ver y pensar el paisaje desde dentro: el vacío como espacio congregador, concepto fundamental en la escultura del siglo XX.

El medio geográfico no sólo le proporciona a Chillida el material, sino el marco en el que encierra el tema de toda su escultura desde 1948: los límites y su Interrelación, la escala humana. En este espacio del monte vasco y sus doce hectáreas Chillida nos enseña a ver el hierro y la tierra, el óxido y la lluvia, pero sobre todo a percibir que el tiempo es una dimensión del espacio.

Chillida intentó ya con El Peine del Viento, con esos tres aceros sobre las rocas de San Sebastián, interrogar al mar por el significado de su fuerza. En Gernika, Gure Aitaren Etxea, se presenta como un barco varado a doscientos metros del viejo roble sagrado de los vascos y de su Casa de Juntas. Con el Elogio del Horizonte puso un atril en la atalaya de Gijón para leer el libro del horizonte. En el caserío de Zabalaga ha abierto espacios que hablan de la forma de respirar de la arquitectura vernácula. Para Chillida la naturaleza no es soporte de una acción artística sino que es la entraña y la condición de su posibilidad. CHILLIDA-LEKU cuenta asimismo con otros servicios que complementan su oferta cultural




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