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Ingurutxo de Ugarte

  • Momento del Ingurutxo

El primer domingo de octubre de cada año, en el barrio de Ugarte, termino municipal de Amezketa, dentro de sus Fiestas del Rosario se vive una tradición, que aunque sencilla y lejos de la espectacularidad de otras, se mantiene viva y llena de sabor popular gracias al sentir de sus vecinos. Nos estamos refiriendo al Ingurutxo de Ugarte, hermana gemela de la otra Soka Dantza que se baila en el cercano barrio de Bedaio, distante unos 5 km.

Localidad: Amezketa

Lugar: Barrio de Ugarte

Hora: 18:00

Fecha inicio: 6/10/2024

Fecha fin: 6/10/2024

Entradas: Doan / Gratis

Ayuntamiento de Amezketa

Fernando Amezketarra Enparantza<br>Plaza Fernando (20268) Amezketa

Teléfono: 943653189
Fax: 943653189
Web: http://www.gipuzkoa.net/amezketa/
Email: amezketa@udal.gipuzkoa.net

Aun siendo danzas muy semejantes, por no decir casi iguales, el hecho de que en Gipuzkoa se mantengan vivas solamente estas dos versiones de Ingurutxo, las hacen muy interesantes para cualquier aficionado al conocimiento de nuestras danzas tradicionales. Una forma de danza tan usual en la parte occidental de Navarra como es el Ingurutxo, solo cuenta con estas dos excepciones en Gipuzkoa, por un lado cercanas entre si y por otro colindantes con el territorio Navarra, por lo que es fácil suponer su procedencia.

El dos de octubre de 1988, primer domingo de dicho mes, nos dirigimos a este barrio de Amezketa a fin de hacer una recogida "in situ" de la danza lo más extensa posible.

LA DANZA

Terminada la misa mayor, a eso de las doce del mediodía, sale la cuerda del Ingurutxo desde el Elkarte (Sociedad) en dirección a la plaza. Dirigen la danza, la pareja de mayor edad y la cierra la más joven. Ellos visten pantalón azul (Mahón), camisa blanca, alpargatas azules y txapela negra en la cabeza. Ellas, por su parte, visten una falda gris con motas blancas, camisa también blanca, pañuelo blanco colgando de la cintura y alpargatas azules. Como se ve el vestuario es muy sencillo y no tiene más función que la de uniformizar la danza.

Terminados el Fandango y Arin-Arin las parejas que integran la danza acompañados del tamboritero se juntan en el centro de la plaza a donde acuden el "Botillero" y su ayudante. Lleva este una bandeja con vasos suficientes para todos los integrantes de la danza, y el "Botillero" una o dos botellas de vino del que dan buena cuenta tras el esfuerzo realizado. Después del refresco vuelve cada uno a su lugar; el txistulari a un lado de la plaza y las parejas a la formación inicial para empezar de nuevo y repetir completamente la danza en el mismo orden y manera que se ha descrito hasta ahora.

Terminada la danza se dirigen de nuevo al "Elkarte" con la alegría de haber cumplido un año más con la tradición que une a todo el barrio en este día. Luego se dispersan por los rincones y tabernas del barrio para, junto con sus vecinos, seguir viviendo la fiesta.

DATOS DE LA DANZA

Hasta ahora se ha descrito tal y como se hace hoy día la danza, pero ¿Y antes? ¿Como la bailaban hace 30 o 50 años? ¿Ha variado la forma de hacerlo o se sigue haciendo igual? Este año, 1988, tuvimos la suerte de que D. José Ignacio Arrizabalaga, natural de Ugarte y afincado en la actualidad en Alegi encabezó la danza del Ingurutxo teniendo 63 años. Hablamos con el y nos contó que él empezó a bailar el Ingurutxo cuando tenia 15 años y lo siguió bailando casi durante 20 años.

En sus tiempos 15 días antes de las fiestas se juntaban los jóvenes del barrio para organizar el baile, que únicamente lo bailaban dos parejas. Los dos chicos que lo bailaban recibían el nombre de Mayordomos y eran elegidos por sorteo. Se cogía una baraja de cartas y se repartían las mismas entre los jóvenes y a aquel que le tocase el "As de Oros" era nombrado primer Mayordomo. La operación se repetía para elegir el segundo Mayordomo y el botillero, que era elegido de la misma manera. El Botillero tenía que encargarse de proporcionar el vino para la danza, que por supuesto era a su cuenta y cargo. Cada Mayordomo tenía que buscar la compañera que fuese la pareja en el baile para el otro Mayordomo. Primero se recurría a una hermana, pero en el caso de que no se tuviera hermana se podía recurrir a cualquier chica del barrio. En los últimos años que el recordaba haberla bailado el número de parejas que integraban la danza fue ampliándose hasta hacerse como se hace en la actualidad, con seis, siete o hasta diez parejas.

Poco a poco la danza cayó en desuso y se llegó a perder la tradición de bailarla hasta que en 1963 se formo de nuevo el Ingurutxo para bailarlo en el Homenaje a Orixe que se hizo en Tolosa aquel año. Desde entonces la danza se mantiene sin interrupción gracias al empeño de los jóvenes y en particular de Inazio Amondaraiz que viene encargándose de sacarla cada año desde hace ya 20 años.



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